¿El estrés me hace engordar?

Estar estresado puede hacerte devorar una tableta de chocolate o un par de donas en unos minutos. Según los especialistas, la ansiedad, el estrés no controlado y la tensión nos empujan a establecer relaciones peligrosas con la alimentación. Investigaciones recientes nos demuestran que el estrés no controlado o también llamado di-estrés, es una de las causas más comunes para ganar peso; vamos a explicar un poco el mecanismo de acción en la ganancia de peso.
En una situación de estrés crónico (nivel de estrés alto por mucho tiempo), el organismo estimula la producción de cortisol (la llamada hormona del estrés que nos ayuda a realizar las actividades, pero cuando hay estrés no controlado o por mucho tiempo en el nivel alto, hay una sobreproducción) y de insulina (hormona que regula la entrada de glucosa a las células). Como consecuencia, el apetito aumenta y también las ganas de comer dulces.
Lo que sucede en el organismo es favorecer el almacenamiento de grasa, y esto a la vez genera altos niveles de sustancias inflamatorias en el hígado. El resultado es la resistencia a la insulina, estado previo a la diabetes del tipo 2, que provoca un aumento adicional del apetito.
Sin embargo, el problema es mayor de lo que pensamos, ya que afecta también al cerebro. ¡Sí!, El Cerebro. Cuando intentamos aliviar el estrés con comida, (un dulce o algo) activamos el centro de recompensa del cerebro, pero, cuando la sensación de bienestar generada por el helado o las papitas fritas, se disipa, volvemos a sentir deseos de tomar más del alimento que nos ha relajado y bueno esto definitivamente viene a traer como resultado la ganancia de peso debido a que hemos ingerido más calorías que las que el cuerpo necesita en el día.
Así que cuando sientas ansiedad o estrés excesivo y desees algún alimento, dulce o de otro tipo, piénsalo muy bien. A continuación te damos algunos consejos saludables para combatir el estrés: