¿El estrés me hace engordar3?

Estar estresado puede hacerte devorar una tableta de chocolate o un par de donas en unos minutos. Según los especialistas, la ansiedad, el estrés no controlado y la tensión nos empujan a establecer relaciones peligrosas con la alimentación. Investigaciones recientes nos demuestran que el estrés no controlado o también llamado di-estrés, es una de las causas más comunes para ganar peso; vamos a explicar un poco el mecanismo de acción en la ganancia de peso.
En una situación de estrés crónico (nivel de estrés alto por mucho tiempo), el organismo estimula la producción de cortisol (la llamada hormona del estrés que nos ayuda a realizar las actividades, pero cuando hay estrés no controlado o por mucho tiempo en el nivel alto, hay una sobreproducción) y de insulina (hormona que regula la entrada de glucosa a las células). Como consecuencia, el apetito aumenta y también las ganas de comer dulces.
Lo que sucede en el organismo es favorecer el almacenamiento de grasa, y esto a la vez genera altos niveles de sustancias inflamatorias en el hígado. El resultado es la resistencia a la insulina, estado previo a la diabetes del tipo 2, que provoca un aumento adicional del apetito.
Sin embargo, el problema es mayor de lo que pensamos, ya que afecta también al cerebro. ¡Sí!, El Cerebro. Cuando intentamos aliviar el estrés con comida, (un dulce o algo) activamos el centro de recompensa del cerebro, pero, cuando la sensación de bienestar generada por el helado o las papitas fritas, se disipa, volvemos a sentir deseos de tomar más del alimento que nos ha relajado y bueno esto definitivamente viene a traer como resultado la ganancia de peso debido a que hemos ingerido más calorías que las que el cuerpo necesita en el día.
Así que cuando sientas ansiedad o estrés excesivo y desees algún alimento, dulce o de otro tipo, piénsalo muy bien. A continuación te damos algunos consejos saludables para combatir el estrés:

 

  1. Reemplaza el antojo bebiendo dos vasos de agua, mastica una manzana o 2-3 piezas de nuez, esto ayudará a que se elimine el deseo de comer, además ayudarás a despejar tu cerebro con el agua, saciar el estómago con la manzana y tranquilizar los nervios con la nuez por su rico contenido en vitaminas del complejo B.
  2. El calcio, es conocido como “el tranquilizante natural”, y desde luego, pocas cosas tienen un efecto tan sedante como beber un vaso de bebida de soya tibia antes de acostarse, ¿porque bebida de soya? porque es más rica en triptófano que la leche de vaca, el triptófano es un aminoácido esencial para la producción de melatonina “la hormona del sueño”, diversos estudios apoyan la postura entre la relación que existe entre la falta de sueño o descanso y la ganancia de peso. Entre los alimentos “relajantes” están el plátano, las almendras, las nueces, el germen de trigo y las semillas de girasol.
  3. Toma levadura nutricional o lecitina de soya en los licuados, estos son suplementos alimenticios ricos en omega 3 y vitaminas del complejo b, que tienen propiedades anti-estresantes y desintoxicantes.
  4. En tu día a día no olvides los alimentos de color verde y amarillo para contrarrestar los efectos dañinos del estrés no controlado vitamina C, A, E y
  5. Realiza actividad física diariamente
  6. Mantén una actitud positiva ante cualquier situación, a veces no es fácil pero los pequeños cambios te darán grandes resultados.

 

¡Así que ya lo sabes! Pon en práctica éstos consejos y dile no al estrés crónico, a la obesidad y el sobrepeso pues son factores que predisponen al padecimiento de diabetes mellitus tipo II, súmate a la lucha contra la diabetes mellitus tipo II.

Fuente

http://www.alimentacion-sana.com.ar/informaciones/novedades/antiestress.htm

http://www.ars.usda.gov/is/espanol/pr/2008/080313.es.htm